En los últimos años, los principales organismos relacionados con el mundo de la seguridad vial, especialmente a la Dirección General de Tráfico (DGT), se han centrado en tratar de disminuir el número de accidentes que tienen lugar en nuestras carreteras. El exceso de velocidad, las distracciones al volante y el consumo de sustancias prohibidas son las tres principales causas que provocan este tipo de problemas en las vías, pero, en los últimos años, un elemento poco valorado está empezando a tener más peso. ¿Y si nosotros fuéramos causa directa del problema?
Un reciente estudio denominado 'Visión y Conducción', realizado por el especialista en óptica Essilor, confirma que los problemas relacionados directamente con la visión del conductor son una de las principales causas de accidente en nuestro país. No en vano, según este análisis, realizado sobre más de 3.200 conductores, confirma que el 29,5% de conductores no es capaz de ver con nitidez las señales o marcas viales de nuestras carreteras. Extrapolándolo al total de la población con permiso de conducir, estamos hablando de que más de ocho millones de conductores sufren este problema.
Se trata de una situación realmente habitual en nuestras carreteras, que ofrece unas cifras preocupantes. Que un conductor no sea capaz de distinguir con nitidez una señal de tráfico o una marca vial provoca que pueda sufrir un despiste peligroso al volante, tal como superar la velocidad permitida, adelantar en una zona prohibida o no mantener una distancia de seguridad especial, entre otras situaciones. Pero, además, influye de manera directa en otros comportamientos al volante que pueden transformarse en un accidente.
No tener la capacidad para distinguir nítidamente las marcas viales supone, de igual manera, que nuestra visión no es capaz de adaptarse a otras situaciones o, lo que es lo mismo, este porcentaje de personas al volante también presenta problemas a la hora de calcular distancias, la velocidad que llevan otros vehículos y, sobre todo, en su capacidad de reacción. Estos elementos generan una situación muy peligrosa al volante, que puede provocar un accidente por estos problemas de visión que podríamos considerar, 'a priori', como inocentes.
Pero la situación se agrava aún mucho más cuando conducimos en situación de baja iluminación. Cuando cogemos el coche de noche o existe una niebla muy densa, entre otros casos, nos encontramos con que el 38% de conductores afirma tener problemas para distinguir la señalización de la carretera. Pero, incluso con condiciones óptimas de visibilidad, el 14% de usuarios asegura no percibir todas las marcas de la carretera. De hecho, del estudio se desprende que aproximadamente dos millones de españoles conducen sabiendo que su visión no se encuentra en perfectas facultades.
De hecho, en condiciones de iluminación muy buenas nos encontramos ante unos datos realmente alarmantes. El estudio confirma que el 85% de los conductores sufre reflejos mientras conduce, principalmente producidos por la luz solar al impactar tanto en la carretera como los parabrisas de nuestro coche. Un reflejo puede provocar que, por ejemplo, a 80 kilómetros por hora frenemos hasta siete metros más tarde de lo que deberíamos y, de hecho, el 44% de conductores tarda más de 20 segundos en recuperar totalmente la visión tras recibir un reflejo.
"La mala visión es un factor de riesgo en la seguridad vial. De hecho, hasta un 5% de los accidentes de tráfico podrían relacionarse con problemas de visión. Por ello, es necesario llevar a cabo una revisión de forma anual y en profundidad. De esta forma, se puede estar a tiempo de corregir determinados problemas visuales", explica Zoraida Marqués, experta en salud visual de Essilor. La visión es una condición fundamental en la conducción y, posiblemente, no le prestamos la atención que deberíamos: hasta un 5% del total de accidentes en nuestras carreteras podrían ser evitados si cuidáramos nuestra vista de la mejor manera posible.
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